A ver, que levante la mano quien no haya sentido alguna vez que está haciendo como que sabe lo que hace, esperando que nadie lo note. ¿Nadie? Exacto. Bienvenidas al club de las impostoras funcionales.
Lo mío ya roza lo artístico. Lo de fingir que controlo en el trabajo, en los estudios, en ser madre, en ser adulta, en mantener conversaciones con personas que dicen "planificar sinergias" sin echarse a llorar… Es un master que no me han dado, pero que estoy cursando cada día con matrícula de honor.
Porque claro, me dicen: “Qué bien lo haces, qué profesional, qué madre tan entregada, qué fuerte eres, qué crack”. Y yo solo pienso: si supieras que llevo tres días sobreviviendo a base de café y ansiedad, y que el 80% de lo que digo lo improviso con cara de saberlo de antes…
Lo más divertido del síndrome del impostor es que no importa lo que consigas. Te da igual si sacaste buena nota, si el proyecto salió perfecto, si tu criatura duerme dos horas seguidas... Tú te sigues sintiendo como si estuvieras colándosela a todo el mundo. Como si en cualquier momento fueran a venir los de Recursos Humanos de la vida a decirte: “Disculpa, te has colado, tú no deberías estar aquí”.
Y claro, una intenta hacerle frente. Respirar. Pensar que no es para tanto. Pero llega otra reunión, otro reto, otro lloro a las tres de la mañana, y ahí estás tú otra vez: sintiéndote como una niña con tacones, esperando no caerte en público.
Pero mira, te voy a decir algo, y me lo digo a mí también: si llevamos tanto tiempo fingiendo ser válidas y nadie lo ha notado… ¿no será que a lo mejor sí lo somos?
Tal vez no es que seamos impostoras.
Tal vez lo que somos es demasiado modestas para aceptar que lo estamos haciendo de puta madre, incluso cuando dudamos, incluso cuando temblamos, incluso cuando nos sentimos pequeñas.
Así que hoy, desde mi sillón de falsa adulta funcional, os digo: brindemos por todas las veces que creímos que no éramos suficientes… y aún así lo hicimos igual, y mejor.
Fraudes de todo el mundo, uníos. Nosotras sabemos la verdad. Y es que no tenemos ni idea…Pero aquí estamos.
Besis, de una indignada con carnet provisional de impostora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario